El presidente Daniel Noboa envió el 29 de mayo a la Asamblea Nacional un veto parcial al proyecto de Ley Orgánica Reformatoria al Código del Trabajo para Dignificar el Trabajo del Hogar, aprobado el 28 de abril por el Legislativo. La objeción se basa en razones de inconstitucionalidad y de inconveniencia.
El Ejecutivo cuestiona artículos que, según indica, violan principios como la igualdad ante la ley, el debido proceso, y la separación de poderes. Entre los puntos más debatidos está la disposición que otorga acceso preferente a centros de cuidado y educación para los hijos de trabajadoras del hogar, lo cual —según el veto— podría ser discriminatorio para otros menores en condiciones similares.
También se objetó el uso de denuncias anónimas para activar inspecciones laborales, argumentando que esta medida vulneraría la presunción de inocencia. Otro de los puntos vetados es la creación de una unidad especializada en violencia de género dentro del Ministerio del Trabajo, ya que no se establecen fuentes claras de financiamiento ni competencia legal para su implementación.
La objeción también señala que algunas propuestas ya existen en el Código del Trabajo vigente, y que otras generan nuevas obligaciones presupuestarias que no han sido sustentadas técnica ni financieramente.
Mientras tanto, organizaciones como la Unión Nacional de Trabajadoras del Hogar y Anexos (UNTHA) han expresado su inconformidad con la decisión del presidente. El pasado 8 de mayo, marcharon en Guayaquil para exigir que se apruebe la ley, asegurando que es una deuda histórica con el sector.
La Asamblea deberá ahora analizar el veto y decidir si acoge las objeciones, las rechaza o insiste en el texto original.